Sumar ha registrado este martes en el Parlamento Vasco la Ley Vasca de Lucha contra el Racismo y la Xenofobia, una propuesta legislativa ambiciosa que busca garantizar la igualdad real y efectiva, proteger los derechos de las personas racializadas y combatir de forma estructural todas las formas de discriminación por origen étnico o racial.
La Proposición de Ley parte del reconocimiento del racismo como un sistema de opresión arraigado en la historia y en las instituciones, y plantea una intervención integral que actúe en todos los ámbitos: desde la educación, la sanidad o la vivienda hasta el empleo, la cultura, los medios de comunicación, el sistema penitenciario o la protección internacional. Además, incorpora la perspectiva de justicia restaurativa y una visión interseccional que atiende a la discriminación múltiple que afecta especialmente a mujeres racializadas.
Por primera vez, Euskadi podría contar con un marco jurídico propio para combatir el racismo y la xenofobia, alineado con las recomendaciones de Naciones Unidas, el Consejo de Europa y la Unión Europea. La norma se basa en los más altos estándares internacionales de derechos humanos y pretende dotar a las instituciones vascas de herramientas eficaces para prevenir la discriminación, proteger a las personas afectadas y transformar las estructuras que perpetúan la desigualdad.
Entre los elementos clave de la proposición, destaca la creación del Consejo Vasco para la Lucha contra el Racismo y la Xenofobia, con participación directa de la sociedad civil racializada, así como la puesta en marcha de un Servicio Vasco de Atención ante el Racismo, que ofrecerá asesoramiento jurídico, apoyo psicosocial y acompañamiento institucional a quienes sufran discriminación racial o étnica.
La responsable del grupo sectorial de Antirracismo de Sumar Mugimendua, Samira Raiss, ha señalado que “ es un paso importante, no basta con decir que rechazamos el racismo, es necesario actuar, con leyes claras, con protección real y con un compromiso firme desde las instituciones, porque esta ley reconoce una realidad que sufren muchas personas en Euskadi”
La proposición también da un paso inédito en el reconocimiento del daño histórico sufrido por determinados colectivos. En este sentido, reconoce al pueblo gitano como sujeto colectivo históricamente discriminado y promueve medidas de memoria y reparación simbólica frente a los crímenes del colonialismo y la esclavitud. Para Sumar, “no se puede construir una sociedad justa sin verdad, sin memoria y sin reparación”.
El parlamentario de Sumar y responsable de Acción política de Ezker Anitza-IU, Jon Hernández, ha destacado que “esta ley nace del trabajo con colectivos racializados y plantea medidas concretas y valientes que hasta ahora ninguna institución vasca había querido poner sobre la mesa. Es hora de pasar de los discursos a los hechos, y de construir una Euskadi verdaderamente antirracista”.
La secretaria de Organización de Sumar Mugimendua, Edurne García, ha afirmado que “el racismo no es solo una cuestión de actitudes individuales, es una estructura que atraviesa nuestras instituciones y nuestras políticas públicas. En Euskadi también existe racismo estructural, y es responsabilidad de nuestras instituciones afrontarlo con valentía. Esta ley es un paso imprescindible para empezar a desmontar ese sistema desde lo público”.
Por último, desde Sumar han subrayado que esta ley nace con vocación transformadora y han apelado al resto de fuerzas políticas a estar a la altura. “Euskadi no puede seguir a la cola en la lucha contra el racismo. Esta ley es una herramienta imprescindible para avanzar hacia una sociedad verdaderamente igualitaria, antirracista y democrática”, han señalado.